sábado, 2 de septiembre de 2023

¿Creó Dios el universo a partir de la nada?

¿Creó Dios el universo a partir de la nada?            

   Para contestar esta pregunta vamos a ver

- ¿Qué dice la metafísica?

- ¿Qué dice la filología?

- ¿Qué dice la Biblia?

- ¿Qué dice la física?


En este ensayo probaré que Dios no pudo crear todo cuanto existe a partir de la nada.


Cuando oigo a teólogos decir que Dios hizo las cosas a partir de la nada, no puedo evitar pensar en lo que se conoce en biología como generación espontánea, la cual actualmente no tiene cabida en ninguna de las interpretaciones del surgimiento de la vida.


Pero, en el caso concreto de la versión teológica para entender la aparición de las cosas, ¿qué significa que Dios formó o creó el mundo a partir de la nada (ex-nihilo)?


¿Qué dice la metafísica? (Dios, la materia y la nada)


¿Dios, lo puede todo?

Aunque Dios es Todopoderoso, hay cosas que no puede hacer porque van en contra de su esencia. Por ejemplo, no puede crear un círculo cuadrado porque Dios es máximamente inteligente, esto quiere decir, entre otras cosas que no participa de contradicciones. Contradecirse va en contra de su esencia. 


Dios no existe


Por otro lado, ¡Dios no existe como ente!, ¡simplemente, Es! Dios es la existencia absoluta.

   En términos de entes, Dios no existe como tal, Dios no es un ente, sino que es el Ser (o ser absoluto). Todos los entes participan del ser absoluto. Un ente está siendo, es decir existe gracias al Ser. Cualquier ente, sea abstracto, virtual o corpóreo, participa del Ser, pero Dios sólo Es.


  1. Lo contrario del Ser es el No-Ser. La existencia absoluta es el Ser, pero el no-Ser no existe. El primero existe absolutamente y el segundo no existe en lo absoluto.

  2. Al ser Dios Todopoderoso, Omnisciente, Atemporal,..., Dios lo es Todo. Todos los entes participan del Ser, pues cada uno de ellos está siendo en este mundo temporal e ilusorio. Para nosotros las cosas existen y son lo que son, y no otra cosa.

  3. El No-Ser se identifica con la nada, con el vacío total, con la no existencia. 


Por lo tanto, al ser Dios Todo: ¡no requiere de nada para hacer algo!


Cualquier cosa, aunque contingente, está ahí, no por generación espontánea, sino por ser causada por algo. Es decir, cualquier cosa está siempre por algo. Dios es causa de todo lo existente.


Confusión entre nada y el lugar donde no hay ninguna cosa.


Algo con lo que los teólogos y filósofos han estado confundidos es al entender los diferentes tipos de objetos, cosas o entes que hay en la realidad.

Si por “nada” entendemos un lugar donde no hay ningún ente, entonces sí, ahí, donde no hay ningún ente, Dios, con su voluntad, hace emerger entes. ¡Pero en ese lugar donde no había entes ya había algo!, no un algo en forma de ente, ¡sino que era el Ser! El Ser ocupa todo. ¡No hay lugar para el no-Ser! El Ser es infinito, ¡el no-Ser no vale ni CERO! Todo está ocupado, no hay lugar para algo tan flaco como la nada, ¡no hay lugar para el no-Ser!.


¿Qué dice la filología?


Hegel sostiene que los textos deben ser interpretados a través del método histórico. Según Hegel, todo texto debe ser interpretado a la luz del contexto en el que se escribió. 


En el texto original, en hebreo, cuando dice: En el principio Dios creó el cielo y la tierra, se usa la palabra hebrea bará cuyo significado más acertado es crió o produjo.

Un hebreo en la época en que se escribió el relato de la creación, se percata que Dios usa lo que ya está para crear. 

Usa el barro para crear a Adán. La Biblia considera en repetidas ocasiones a Dios como un alfarero.

La tierra estaba desordenada y vacía, pero ya estaba. Dios se encargó de separar las aguas de la tierra para dar orden a una tierra desordenada y vacía, no vacía de nada, sino de vida, de personas.

¡Los hebreos no tenían idea de lo que significaba vacío o nada!


¿Qué dice la Biblia?


Veamos un método para interpretar las Escrituras a la luz de las mismas Escrituras. Si aplicamos una interpretación basada en la sola Scriptura, en el sentido que Lutero enseñó para interpretar la Biblia, es pensar que la Biblia se interpreta a sí misma, en donde se admite que un ser humano, quien es externo a ella, y no es infalible, puede caer en el error, teniendo una interpretación subjetiva. Considerar que la Biblia se interpreta a sí misma, sería lograr una interpretación objetiva bajo el principio de sola Scriptura. Dicho esto, podemos ver lo siguiente.


En ninguna parte de la Biblia dice que Dios creó algo de la nada. Cuando dice que “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” generalmente la interpretaciones modernas dicen que Dios creó de la nada los cielos y la tierra, pero en el texto nunca menciona que los creó de la nada. No podemos llegar, a partir de la misma Biblia a dicha interpretación, sino que se hace de manera externa, porque el lector sabe algo que le permite “inferir” que fue de la nada. Pero aquí, se salta campantemente una pregunta: cuando el autor que escribió esto ¿realmente estaba pensando en que Dios creó los cielos y la tierra de la nada? ¿Se reveló así? Entonces, ¿por qué no lo escribió así? 

Todas las cosas vienen de Él, no de la nada. La Biblia dice que todas las cosas proceden de él (ver, por ejemplo, 

Romanos 11:36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. y 

Hebreos 11:3. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.). También dice: 

Salmo 33:06.  Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas.


Dios es omnipresente, no es posible que haga un hoyo de nada, para crear algo. Supongamos que lo hace, entonces hay un lugar donde no está presente, que es en ese hoyo. Contradicción, dejaría de ser omnipresente.


¿Qué dice la fìsica?


La física es la ciencia menos indicada para saber si Dios hizo las cosas a partir de la nada, simplemente porque los físicos se han percatado de que no existe la nada física, ya que nada es un concepto fuera de los “objetos” con los que puede lidiar cualquier conceptualización en esta disciplina. Le es difícil lidiar con cantidades que tienen que ver con aquellas que le llevan a singularidades, tales como un cero absoluto, un infinito o muchos infinitos. Por ejemplo, saber qué había en el tiempo cero, es perder cualquier forma de descripción de algún acontecimiento físico. O ¿qué pasa con una densidad infinita de materia, o con un objeto que tiene velocidad infinita, o cómo mover una masa infinita?, etc. Tal vez lo más cercano a la conceptualización de la nada sea el llamado vacío cuántico, que, paradójicamente, en vez de tender nada, parece tender una cantidad impresionante de energía, de la cual puede surgir materia y antimateria.


Conclusión


Dios crea el universo, no a partir de la nada, pero tampoco a partir de la materia, sino a partir de su palabra, de su voz o, simplemente de su voluntad (Santiago 1:18). Fue voluntad de Dios que aparecieran las cosas. Estimado lector, si lo quiere interpretar como un susurro al expresar esa voluntad, plasmada en la Biblia de manera poética cuando dice “sea”, entonces puede verlo como un susurro en forma de vibración. Esa vibración se manifiesta muy posiblemente en las cuerdas que propone la teoría de cuerdas, que, si son hilos unidimensionales, sin grosor alguno, sólo como una nota musical que perturba el espacio para que, al combinarse con otras notas musicales, se produzca lo que nosotros vemos como electrones, protones y neutrones, o sea, la materia. Esa vibración no es Dios, es su deseo de que las cosas sean para que nosotros las veamos como materia. Somos materia y tenemos una naturaleza corruptible, a diferencia de la de Dios, que nunca se degrada.


Apliquemos la navaja de Occam: ¿Es que Dios creó todo a partir de la nada? o ¿todo es parte de Él mismo? ¿Para qué tomarse la molestia de crear todo y luego estar presente en cada punto de los entes creados? ¿Por qué no mejor pensamos que cada ente es parte de Él y así nos ahorramos un paso en la omnipresencia?